¿Conocéis la serie española "Tierra de Lobos"? Lo digo porque en ella se abarca entre otras historias, una de amor lésbico protagonizada por Adriana Torrebejano que interpreta a Isabel Lobo, una chica diferente a sus hermanas que reniega de sus obligaciones como mujer. Hace unas semanas Isabel descubrió su atracción por las mujeres al observar a una prostituta duchándose. Como era de esperar en pleno siglo XIX, esto la desconcierta y probablemente le traiga bastantes problemas.
Aquí os dejo un vídeo con la parte más interesante desde el punto de vista lésbico que ocurrió en uno de los capitulos.
Fuente: AmbienteG
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4 comentarios:
El vídeo en sí no tiene mucha enjundia, pero sólo diré que mi señora progenitora apagó la televisión en cuanto empezó...
Bueno, a mi la escena en la que aparece la escena de la prostituta desnuda con los pechos al aire... me gusta y mucho.
A mi me apagan la tele y menuda faena que me hacen aunque si bien es cierto este tipo de escenas prefiero verlas a solas sin que me corten el rollo.
Saludos
Ah pues mira, está mu chuli la escena. La cuestión es que yo creo que la homosexualidad se viene viendo como mínimo desde la Grecia clásica, no? Por qué nos cuesta tanto, o a nuestras madres, o en la Edad Media, o en cualquier momento de la existencia, ver estas cosas?
Yo creo que en la época antigua las relaciones fueran del tipo que fueran se veían con toda naturalidad pero igualmente creo que fue llegar la edad media y sobre todo la religión católica que todo se fue al garete y es que desde estos tiempos para acá la religión se empeña una y otra vez en generar miedo en todo lo que hacemos, pensamos, sentimos... y en generar odio y rechazo hacia aquellos que no se somete, porque es una sumisión, a aquello que predican como lo que es lo correcto. No todos los predicadores van con esas intenciones pero en general la visión que transmiten es esa, la de o haces lo correcto o arderás en el infierno.
Y vale, las personas mayores ya no les vas a cambiar el pensamiento pero con los jóvenes lo que hay que hacer creo yo, es educar. Ahí es dónde creo yo que está la clave.
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